Psicología fisiológica

La psicología fisiológica es una subdivisión de la neurociencia del comportamiento (psicología biológica) que estudia los mecanismos neuronales de percepción y comportamiento a través de la manipulación directa de los cerebros de sujetos animales no humanos en experimentos controlados. Este campo de la psicología adopta un enfoque empírico y práctico al estudiar el cerebro y el comportamiento humano. La mayoría de los científicos en este campo creen que la mente es un fenómeno que proviene del sistema nervioso. Al estudiar y adquirir conocimientos sobre los mecanismos del sistema nervioso, los psicólogos fisiológicos pueden descubrir muchas verdades sobre el comportamiento humano. A diferencia de otras subdivisiones dentro de la psicología biológica, el enfoque principal de la investigación psicológica es el desarrollo de teorías que describen las relaciones cerebro-conducta.

La psicología fisiológica estudia muchos temas relacionados con la respuesta del cuerpo a un comportamiento o actividad en un organismo. Se refiere a las células, estructuras, componentes e interacciones químicas del cerebro que están involucrados para producir acciones. Los psicólogos de este campo suelen centrar su atención en temas como el sueño, la emoción, la ingestión, los sentidos, el comportamiento reproductivo, el aprendizaje / memoria, la comunicación, la psicofarmacología y los trastornos neurológicos. La base de estos estudios se basa en la noción de cómo el sistema nervioso se entrelaza con otros sistemas del cuerpo para crear un comportamiento específico.

El sistema nervioso se puede describir como un sistema de control que interconecta los otros sistemas corporales. Consiste en el cerebro, la médula espinal y otros tejidos nerviosos de todo el cuerpo. La función principal del sistema es reaccionar a los estímulos internos y externos en el cuerpo humano. Utiliza señales eléctricas y químicas para enviar respuestas a diferentes partes del cuerpo y está formado por células nerviosas llamadas neuronas. A través del sistema, los mensajes se transmiten a los tejidos corporales, como un músculo. Hay dos subdivisiones principales en el sistema nervioso conocidas como sistema nervioso central y periférico.

El sistema nervioso central está compuesto por el cerebro y la médula espinal. El cerebro es el centro de control del cuerpo y contiene millones de conexiones neuronales. Este órgano se encarga de enviar y recibir mensajes del cuerpo y su entorno. Cada parte del cerebro está especializada para diferentes aspectos del ser humano. Por ejemplo, el lóbulo temporal tiene un papel importante en la visión y la audición, mientras que el lóbulo frontal es importante para la función motora y la resolución de problemas. La médula espinal está unida al cerebro y sirve como el conector principal de los nervios y el cerebro.

El tejido nervioso que se encuentra fuera del sistema nervioso central se conoce colectivamente como sistema nervioso periférico. Este sistema se puede dividir en el sistema nervioso autónomo y somático. El sistema autónomo puede denominarse el componente involuntario que regula los órganos y mecanismos corporales, como la digestión y la respiración. El sistema somático es responsable de transmitir mensajes desde el cerebro a varias partes del cuerpo, ya sea recibiendo estímulos sensoriales y enviándolos al cerebro o enviando mensajes desde el cerebro para que los músculos se contraigan y relajen. < / br>
Emoción

La emoción constituye una gran influencia para determinar los comportamientos humanos. Se piensa que las emociones son predecibles y están arraigadas en diferentes áreas de nuestro cerebro, dependiendo de qué emoción evoquen. Una respuesta emocional se puede dividir en tres categorías principales, incluidas la conductual, autónoma y hormonal.

El componente conductual se explica por los movimientos musculares que acompañan a la emoción. Por ejemplo, si una persona está experimentando miedo, un posible mecanismo de comportamiento sería huir del factor miedo.

El aspecto autónomo de una emoción proporciona la capacidad de reaccionar ante la emoción. Esta sería la respuesta de lucha o huida que el cuerpo recibe automáticamente de las señales cerebrales.

Por último, las hormonas liberadas facilitan la respuesta autónoma. Por ejemplo, la respuesta autónoma, que ha enviado la respuesta de lucha o huida, se vería favorecida por la liberación de sustancias químicas como la epinefrina y la norepinefrina, ambas secretadas por la glándula suprarrenal, con el fin de aumentar aún más el flujo sanguíneo para ayudar en rejuvenecimiento muscular de oxígeno y nutrientes.

La emoción activa varias áreas del cerebro dentro del sistema límbico y varía según la emoción:

Miedo: la amígdala es el componente principal para la adquisición, el almacenamiento y la expresión del miedo

Las lesiones en el amigdaloide central pueden provocar alteraciones en las respuestas emocionales autonómicas y conductuales del miedo

Ira / agresión: el hipotálamo y la amígdala trabajan juntos para enviar impulsos inhibitorios / excitadores al gris periacueductal que luego lleva a cabo conductas generalmente defensivas Felicidad: el área tegmental ventral trabaja en estrecha colaboración con el prefrón